Daniel Salorio: “La manera de mirar es la que a veces te lleva a una intención u otra”

Cuando tu familia está rodeada de artistas, parece que tu camino ya está predeterminado. Pero, en algunas ocasiones, la senda está marcada por bifurcaciones y cambios de sentido que nos desvían de la meta, -aunque igualmente nos vaya dejando un aprendizaje y señalando una dirección-. Este es el caso de Daniel Salorio, artista plástico y escultor de materiales botánicos, que según él mismo confiesa descubrió su vocación un poco tarde. “Yo de pequeño era disléxico, me costaba hasta dibujar un cuadrado. Pero en mi mundo de jugar con todo, también soy músico, fui organizando mi universo de objetos que me llevaron directamente a la naturaleza”. 

Un universo, que como decimos, intrínsecamente, estaba escrito en su árbol genealógico. Su abuelo, Bernardo Simonet Castro, y su bisabuelo, Enrique Simonet Lombardo, eran pintores reconocidos. De hecho, su bisabuelo tiene una obra permanente en la colección del Museo del Prado. “Un grandísimo artista, con una obra importante”, como matiza Daniel. Aunque del que más aprendió fue de su propio abuelo: “Convivir con mi abuelo era increíble porque siempre iba resaltando todo – ‘mira ahí, ese árbol, el color caramelo de ese coche’ -. Toda esa curiosidad por lo material, los colores y las formas que yo practico en mi trabajo es mucho de mi abuelo”. 

Obra y trabajo de Daniel Salorio

Porque si hubiera que definir de alguna forma su obra y trabajo, esa sería la esencia: materiales, formas y colores. “A mí lo que me gusta es mostrar el diseño de la naturaleza tal cual, aprovecharme de lo ya creado y, con eso, construir”. Por eso, no le gusta cortar ni podar los materiales botánicos que utiliza. Según nos explica, él trabaja con hojas secas, con prácticamente todo lo recoge del suelo, de la naturaleza, y por eso le “parece importante no intervenir”. 

Y siguiendo ese hilo conductor del medio ambiente, de lo natural, sus primeras colecciones se centraron en animales: desde aves hasta peces. Y fue en este proceso donde descubrió su capacidad como artista. “De repente, el mismo tipo de hojas que veía que me llevaban a pájaros, luego me llevaban a peces. Es la manera de mirar la que a veces te lleva a una intención u otra. Aunque prácticamente sea la misma planta, pero a lo mejor lo que en la exposición anterior esto podría ser alas, ahora en esta ya eran casi forma de peces con cola incluso. También depende del tratamiento que le vayas dando para que se convierta en una cosa u otra”. 

Y en este punto, la pregunta es obligada para Villarrazo Panet. ¿Podría la obra de Daniel Salorio, cada una de sus colecciones, ser considerada sostenible? Más allá de la etiqueta “green”, algo que el propio artista entiende que es complicado de calificar, plantea un dilema sobre qué debería ser considerado sostenible. “Si nos fijamos en la pieza en sí misma, totalmente reciclable, obviamente sí es sostenible porque está hecha con material botánico; si valoramos el proceso, en el que usamos el medio ambiente sin explotarlo en demasía, que se puede regenerar y además no crear residuos que colapsen el sistema, también tendría sentido”. Sin llegar a regalarnos una afirmación, Daniel hace un apunte más sobre el valor que puede a llegar a transmitir con su arte en este contexto. “Mucha gente sí me ha dicho que les inspira a utilizar otros elementos para crear sus cosas. Entonces yo creo que sí doy pistas de que, es posible, observando la naturaleza, encontrar alternativas a la dinámica que tenemos ahora mismo de utilizar los recursos”. 

Así es Daniel Salorio. Si quieres conocer más sobre su obra y sus próximas exposiciones este verano, tanto en Madrid como en Algeciras, no dejes de visitar su página web y sus redes sociales: @saloriodaniel También lo encuentras disponible en su estudio, donde tiene visible parte de su colección en Calle Sagasta, 20, ático 1, en Madrid. 

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