Restaurante Bolívar, sabores mediterráneos con tradición familiar y vanguardista

No es habitual encontrar por las calles de Madrid un restaurante familiar con una gran historia y pasado detrás, pero el Restaurante Bolívar cumple con todo lo imaginado.

Este restaurante lleva más de 40 años deleitando con sus platos al Barrio de Malasaña. Ángel es quien recibe gustoso a los comensales en la puerta y abre su hogar culinario a todo aquel amante de la buena cocina. Un restaurante familiar ya que Ángel es la segunda generación, en cuyos fogones sigue trabajando y mostrando su arte gastronómico su madre, creadora de cada plato que se le ponga por delante; guardiana del legado y de los secretos que esconden sus recetas.

Ángel es el maître y cuida con gran esmero todos y cada uno de los detalles que hacen de su Bolívar uno de los más especiales de Madrid. Ubicado en la Calle de Manuela Malasaña, este restaurante sigue siendo uno de los más recomendados por una de las Guías más prestigiosas de nuestro país como la Michelin, pero también en las webs especializadas de Trip Advisor y The Fork, dando sentido a la calidad y al trabajo con el que la familia de Ángel ha cuidado siempre su hogar gastronómico. 

La calidad de su producto

En este acogedor restaurante se puede degustar cocina española con una gran influencia mediterránea, elaborada minuciosamente con productos de temporada y siempre acompañada por vinos de la región; vamos, una auténtica tasca de las de antes con toques vanguardistas que ofrece las dos caras para aquellos amantes de la gastronomía o de los que tienen buen comer. Aquí tampoco se pierde de vista una de nuestras joyas gastronómicas como es el oro líquido, el aceite de oliva, con el que abrirás boca y empezarás a deleitarte de sus sabores, mojando las distintas clases de pan mientras esperas al primer plato. 

Desde setas de temporada con pimientos rojos y frutos secos, pulpo con crema de mango hasta zamburiñas con foie y puré de coliflor; múltiples sabores que provocan sensaciones que o bien te recuerdan a casa o te deleitas con algo que nunca habías probado y en ambos casos vas a desear repetir. Rodeados de un ambiente tranquilo que da lugar a la charla, los comensales van a querer optar por dejar los móviles y los problemas a un lado y centrarse en lo importante, el placer de disfrutar de un buen plato, solos o en compañía. Con una extensa carta y multitud de elecciones, Bolívar ofrece opciones para todos los gustos, tanto si se es más ‘team carne’ como ‘team vegetal’, porque si eres de éste último hay unas croquetas de setas que llevan tu nombre.

Si queda todavía alguna duda de por qué el Restaurante Bolívar debe ser parada obligatoria en Madrid, solo basta con ver el mimo y los detalles con los que emplatan sus menús, todo ello rodeado de un ambiente acogedor y casero que queda reflejado en cada una de sus delicias, enmarcadas en los platos y en los paladares.

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